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Bel
LLodrà está preparando un Master de Comunicación
Digital en Enredando.com. Es licenciada
en Ciencias de la Comunicación, especialidad Publicidad
y Relaciones Públicas, por la Universitat Autónoma de
Barcelona (1996), Titulada Superior en Turismo por la
Universitat de les Illes Balears (1998) y Posgraduada en
Comunicación en Tecnologías Digitales en el IDEC de la
Universitat Pompeu Fabra (2000).
Trabajó en la Fundación
IBIT en proyectos del V
Programa Marco de la Unión Europea, del Ministerio de
Industria y Energía y del Govern de les Illes Balears,
como: ENCATA (potenciar la utilización de los recursos
telemáticos en las PYMES), TELEMACO
(dar a conocer y fomentar el uso del comercio
electrónico), TEM&TEN
(promocionar e impulsar las actividades de telemedicina y
teletrabajo), InTouriSME
(creación de la Red Europea de Promoción de Destinos
Turísticos a través de Internet) y EnjoyEurope
(portal en Internet de la red turística de regiones
europeas).
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La entrada de lleno en la Sociedad de la
Información requiere de nuevos profesionales, preparados
y entrenados para que aprendan continuamente y a la
rapidez que demanda la velocidad vertiginosa a la que se
desarrollan Internet y las Nuevas Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones. El
conocimiento deja de ser acumulativo, es decir, ya no se
valora la capacidad de retener mucho saber, sino que se
tiende a ser capaz de acceder al conocimiento,
seleccionarlo, analizarlo y desarrollar nuevo
conocimiento, y válido, a partir de la crítica y del
intercambio de flujos de información con otras personas.
Las universidades no
están preparadas para afrontar esta nueva situación: A
la velocidad que se va generando gran cantidad de
conocimiento se hace difícil legitimizarlo e
institucionalizarlo, siguiendo viejos formalismos y
protocolos universitarios. La generación de conocimiento
se descentraliza de las Universidades, y algunas empresas
y entidades sociales empiezan montar estructuras
formativas capaces de satisfacer sus propias necesidades
y las del resto del mercado laboral.
Los estudiantes recién
salidos de la universidad adolecen, pues, de la
preparación que exige un mercado laboral orientado hacia
la información y el conocimiento. Los empleados de las
empresas deben reciclarse y actualizar sus conocimientos
constantemente si se quieren adaptar al nuevo mercado de
trabajo y no quedar en un segundo término. En ambos
casos se necesita de la especialización, pero también
de la capacidad de entender globalmente el entorno en el
que se mueven, y se hace imprescindible adquirir unos
hábitos de aprendizaje que no se enseñan a lo largo del
proceso de formación. Para la especialización surgen
masters y posgrados, la mayoría de ellos aún
presenciales, cosa que significa estar allí donde se
imparten las clases y disponer del capital necesario para
acceder a ellos. Adquirir los hábitos de aprendizaje
constante es aún más difícil, no por la falta de
capacidad de las personas, sino por la escasa motivación
durante los estudios, y por la dificultad de selección
frente a la gran oferta de posibilidades, fuentes y
recursos.
Esto significa que
también se está transformando el papel de los
profesores, quienes pasan de ser un sujeto transmisor de
un conocimiento acumulado a ser un orientador, un guía,
que va indicando al estudiante el camino a seguir para
llegar a sus objetivos y a sus preferencias personales.
Por tanto, el profesor, también debe de ser capaz de
encontrar, consultar, seleccionar y analizar fuentes de
conocimiento y transmitir a cada alumno aquello
pertinente a lo que necesita para desarrollar su perfil
profesional.
En todo este proceso,
sin duda, entran en práctica aquellas teorías de la
psicología social sobre la percepción, el aprendizaje y
la memoria. El problema hoy en día no es acceder al
conocimiento, hay muchas formas de acceder a él: libros,
portales de Internet, revistas, cursos, flujos de
comunicación en las comunidades virtuales, entre otros.
El gran reto es ir asimilando información que nos va
llegando sobre aquellos temas que nos interesan. Aunque
seamos muy selectivos según sea nuestra personalidad,
cultura, e intereses, debemos de ser capaces, no de
memorizar, sino de procesar toda la información que nos
va llegando, asimilarla y reutilizarla para ponerla en
práctica o generar nuevos conocimientos.
Las organizaciones
están solventando este problema implantando la gestión
del conocimiento en red. Pero esto no quita el esfuerzo
de cada miembro de la organización en aprender, asimilar
y aportar conocimientos continuamente y que estos sean
utilizados para la toma de decisiones y para que las
empresas e instituciones se vayan situando
estratégicamente en sus mercados y atendiendo
adecuadamente a sus públicos.
Entonces, visto todo
este panorama, ¿hacia dónde vamos?
- Hay un constante
debate social y político sobre las necesidades
de reestructuración de la educación. Este tema
candente se discute tanto en las empresas como en
las universidades y deriva de la falta de
profesionales preparados para entrar en los
puestos laborales que demanda la Nueva Economía.
Desde programas de televisión, como Cataluny@
XXI, en el capítulo dedicado a "Nueva
educación: nuevas profesiones", hasta
conferencias, como el Seminario
Internacional sobre el Gobierno y la Gestión de
las Universidades
organizado por la Cátedra Unesco de Gestión en
la Educación Superior, argumentan que tanto los
estudiantes de educación superior como los
responsables académicos tienen la necesidad de
articular nuevas formas de dirección y
organización para hacer frente a las necesidades
de formación que está demandando el mercado
laboral. Asimismo, se deben arbitrar formas de
colaboración entre las universidades y los
agentes sociales, económicos y territoriales,
para dar una respuesta más ágil a estas
necesidades. El rector de la Universitat
Politècnica de Catalunya, Jaume Pagès, durante
el Seminario Internacional sobre el Gobierno y la
Gestión de las Universidades, manifestó que
"La Universidad ha perdido el monopolio del
conocimiento".
- Y así es, la
Universidad ha perdido el monopolio del
conocimiento porque las empresas e instituciones
se organizan y crean universidades corporativas
en sus propias sedes. Por otra parte, fundaciones
establecidas para investigar sobre las nuevas
tecnologías y sus usos, también preparan sus
propios cursos formativos. Así nacen proyectos
de universidades corporativas como el de y ; y masters y
cursos desarrollados fuera de las universidades,
como los que imparten el Institut Català
de Tecnologia , La Fundació
Indústries de la Informació y el grupo Winterthur , a veces
avalados por el sello de una universidad y otras
no. El objetivo de las universidades corporativas
es formar a los trabajadores en el seno de las
mismas empresas ya que en el mercado educativo no
hay la oferta formativa adecuada a lo que
requieren los nuevos profesionales de la Sociedad
de la Información, y en este caso, los mejores
profesores son los propios trabajadores que
pueden enseñar gracias su experiencia
profesional. Asimismo, los centros de
investigación, van preparando nuevos cursos en
función a los avances realizados en los campos
de investigación.
- Las Fundaciones
Universidad - Empresa y los institutos y centros
de educación continua dependientes de las
universidades abocan al mercado educativo una
oferta más o menos adecuada de cursos, posgrados
y masters que intentan cubrir estas nuevas
necesidades que van surgiendo y cambiando tan
rápidamente. Las constantes innovaciones
tecnológicas dificultan no sólo la asimilación
del conocimiento, sino su estructuración para
transmitirlo a los alumnos. Cuando se cree que se
tiene un curso estructurado sale algo nuevo que
lo cambia todo o parte, por no tener unos buenos
fundamentos enraizados en el proceso de
transformación de los procesos de producción
desde la Sociedad Industrial a la Sociedad de la
Información. Esto hace que un curso tenga que
ser impartido por una cantidad excesiva de
profesores que te van dando pinceladas sobre la
nueva realidad pluridisciplinar sin tener un
programa bien ligado y saber en cada momento por
qué te están enseñando lo que te están
enseñando. Estos casos se dan sobre todo en
aquellos cursos que son menos técnicos y
necesitan una visión global para que el alumno
sea capaz de liderar un proyecto.
- La educación a
distancia tiene una gran oportunidad en esta
coyuntura social. La situación en la que
vivimos, donde una persona tiene que trabajar y,
al mismo tiempo aprender, hace más que nunca que
el tiempo sea oro. En los últimos años las
universidades a distancia han visto como ha
aumentado su número de alumnos (160.000 alumnos
la UNED, y 10.000
alumnos la UOC , pero los
estudios que ofrecen son básicamente los
tradicionales cuyos contenidos no cambian
radicalmente de un año para otro, así como
ocurre en aquellos estudios más recientes. Josep
Miquel Piqué, director de la Extensió
Universitària La Salle , de la
Universitat Ramón Llull, justifica la no
incorporación on-line de los cursos técnicos
debido al rápido cambio que deberían de sufrir
los contenidos y a la falta de tiempo para la
amortización de la producción multimedia para
estos contenidos, ya que al resultar cara su
producción, el tiempo que los materiales se
vuelven obsoletos es casi instantáneo. De todas
formas, si se piensa en una estructura multimedia
amena donde sea fácil depositar y actualizar
aquellos temas que cambian más rápidamente, y
trabajar más pedagógicamente los de carácter
más duradero, es decir, los conceptos clave y
básicos, la educación a distancia se considera
un soporte ideal para la educación continua, sin
la necesidad de tener que desplazarse, lo que
comporta un ahorro de tiempo y dinero. Algunas
universidades que ya han empezado a diseñar sus
propios campus virtuales, como es el caso de la
Escuela Virtual de Negocios Deusto - Les Heures
(http://www.evdn.com), que ofertan curso y
masters avalados por la universidad de la que
proceden, en este caso la Universitat de
Barcelona y
algunos, incluso, compartidos por varias
universidades. Otro ejemplo es el campus virtual
de la UPC que ya ha empezado a desarrollar
algunos cursos on-line.
- En los últimos
meses han surgido varios portales en Internet
especializados en educación desde la infancia
hasta la formación continua (de profesionales y
profesores). La característica común en todos
ellos es que solamente facilitan recursos y
enlaces sobre educación, pero no hay ninguna
interacción para técnicas de aprendizaje, ni
ninguna voluntad de investigación en materia de
pedagogía y necesidades reales de formación.
Algunos ejemplos los podemos encontrar en:
- El
portal educativo de España, Portugal,
Brasil y México
http://edunexo.coverlink.com/
- Información
sobre formación y trabajo
http://www.educaweb.com/
- Inicia
educación
- Education
World. When educators go to learn
http://www.education-world.com/
- El mundo
de la educación en Internet. Recopila
cualquier dato en relación con la
educación desde cualquier punto de vista
: educación a distancia, proyectos
educativos, materiales, pedagogía, etc
http://eduport.com/
- Buscador
y directorio jerárquico que proporciona
más de 17.000 referencias y enlaces a
lugares relacionados con el campo
educativo
- Virtual
Library: Para localizar todos los
recursos educativos existentes en la red;
se incluyen los grupos de noticias sobre
pedagogía y educación
- Inicio a
la Internet Educativa
http://www.maseducativa.com/
- La Uni
http://www.la-uni.net/
Conclusión
En medio de este
panorama educativo (falta de profesionales,
dificultad de las universidades para adaptar su
oferta a demanda del mercado, creación de
universidades corporativas, aumento de la oferta
de cursos en las universidades a distancia, etc.)
los grandes olvidados siguen siendo los que ponen
las bases para el aprendizaje de las personas, es
decir, la psicología de la percepción, el
aprendizaje y la memoria; y las técnicas de
comunicación, que con la llegada de las nuevas
tecnologías cobran mucha más importancia, y se
hacen mucho más indispensables para transmitir
todo este conocimiento. Al mismo tiempo, para
facilitar este aprendizaje, hasta el momento,
sólo se ha hecho hincapié en la lectura lineal
y se ha olvidado la lectura audiovisual e
hipertextual. La transmisión de los
conocimientos está basado hasta ahora en una
estructura jerárquica y en un protocolo muy
institucionalizado, pero ¿cómo se reestructura
el cambio cuando el que puede enseñar no es
sólo el que está en la parte de arriba de la
pirámide, sino que cualquier persona se
convierte en poseedor y transmisor de
conocimiento, incluyendo tanto los alumnos como
los trabajadores del más bajo nivel?
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